LA CÁMARA- ¿Qué impacto tiene el Coronavirus a nivel mundial?
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo, esta ha sido una de las causas de porque el virus se ha propagado de tal manera alrededor del mundo.
La duración y la profundidad de la crisis económica mundial provocada por la pandemia del COVID-19 dependerán de cuatro factores: la velocidad de la propagación del virus, a cuántas personas afecte, cuánto tiempo pase antes de que se encuentre una vacuna y si las medidas de los gobiernos logran realmente mitigar el daño. Este es el análisis de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, la UNCTAD.
Existe la probabilidad de que se produzca el peor de los escenarios en el que las principales economías sufran un impacto significativo, y esta aumenta día a día. En ese caso, el costo global podría llegar a los US$2,7 billones, si todos los países se ven expuestos a las consecuencias de la pandemia.
“Todo esto, pone en peligro la recuperación mundial”, dijo la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. En realidad, el crecimiento económico global podría descender a la mitad de lo que se había proyectado. “Podría llegar hasta el 1,5%, un piso demasiado bajo porque eso estaría mostrando que buena parte de los países tendrían crecimiento negativo”, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE)
CAIDA DE LA BOLSA
Debido a la crisis por la pandemia de coronavirus, el pasado lunes las bolsas del mundo vivieron una histórica jornada que hizo temblar las finanzas globales.
Los precios del crudo llegaron a caer hasta 30% -el mayor desplome en un día desde la Guerra del Golfo en 1991- después de fracasar las negociaciones entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); originado por la falta de acuerdo, lo que generó una guerra de precios, que dejó el barril de crudo cerca de los 30 dólares.
En Wall Street el índice Dow Jones (índice que mide el desempeño de las 30 mayores sociedades anónimas que cotizan en el mercado bursátil de Estados Unidos) retrocedió un 7.8 %, mientras que el S&P 500 (índice basado en la capitalización bursátil de 500 grandes empresas que poseen acciones que cotizan en las bolsas NYSE o NASDAQ) se derrumbó un 7.6 %, en la peor jornada bursátil desde la crisis financiera de 2008. Esto hasta el 13 de marzo de 2020
IMPACTO EN EL TURISMO
En el día a día, el temor al contagio y las medidas de aislamiento tomadas en algunos países, han golpeado duramente al sector turístico, con aerolíneas reportando inéditas pérdidas financieras que las han llevado a cerrar rutas aéreas o a operar vuelos «fantasma» casi sin pasajeros. La pandemia podría costar a las compañías aéreas hasta 100.000 millones de dólares, calculó la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El World Travel & Tourism Council o WTTC, por sus siglas en inglés; ha informado mediante Gloria Guevara, la presidente y CEO de WTTC, que “los números revelan el impacto severo en el sector global del Turismo del actual brote de COVID-19, hasta 50 millones de puestos de trabajo, estarán en riesgo en el sector”, también señaló que “WTTC y el sector privado global estarán preparados para ayudar y apoyar a los Gobiernos y países a recuperarse”.
Los indicadores más recientes de WTTC, que representa el sector privado global del Turismo, muestran que los viajes podrán ser perjudicados hasta en un 25% en 2020. Lo que equivale a una pérdida de tres meses de viajes a nivel global. Esto podrá llevar a una reducción en los empleos de entre el 12% y el 14%.
‘El brote de Covid-19 representa claramente una amenaza de peso a la industria, a los que trabajan en ella y a aquellos que desean continuar viajando. El Turismo tiene fuerzas para sobrepasar este desafío y emergerá más fuerte y más robusto tomando todas las medidas necesarias para enfrentar el COVID-19 y la preocupación comprensible que lo rodea’.
EFECTOS EN AMÉRICA LATINA
En América Latina, estamos ante una situación un tanto delicada. Al coronavirus hay que sumarle un crecimiento económico muy lento, el desplome de las monedas y la caída del precio del petróleo, la soja y otras mercancías.
“Brasil, Chile y Colombia están entre los países más afectados por la devaluación de sus monedas en lo que va del año. Y los países que ya están en recesión, como Argentina, por ejemplo, verán una recesión más profunda, mientras que los que están al borde de una, como es el caso de México, se verán arrastrados a una recesión”, explica Marcos Casarin, economista jefe para América Latina de la consultora británica Oxford Economics. La peor parte, de acuerdo a Casarin, la veremos en los resultados de este primer trimestre y deberíamos observar una mejora a partir de mediados de año, pero claro, esto dependerá de las variables que se plantearon anteriormente.
Ya se sabía antes del coronavirus que la dependencia económica de China era un arma de doble filo en la balanza comercial de muchos países latinoamericanos. En 2008, cuando Europa y Estados Unidos sucumbían ante la crisis financiera, esa estrecha relación permitió a la región aislarse y amortiguar la caída. Ahora, en cambio, esa “chino-dependencia” nos puede llevar a pique. Según los cálculos de la OCDE, un punto menos de crecimiento en China implica una caída en idéntica proporción en el crecimiento de América Latina. Tres de las grandes economías regionales -Brasil, Chile y Perú- tienen en el gigante asiático el primer destino de sus productos. Para varios otros países, es su segundo importador. En los primeros días el temor estaba centrado en los minerales de uso industrial como hierro y cobre, que dejaba de comprar Beijing. Esto, afectaría principalmente a las economías andinas. La estrepitosa caída del precio del petróleo cambió el foco. Venezuela, Ecuador, Colombia, Brasil y México vieron mermar su entrada de divisas en forma dramática. Goldman Sachs ya actualizó a la baja su perspectiva para las principales economías de la región: Brasil y Ecuador crecerán siete décimas menos (del 2,2% al 1,5% en el primer caso; del -0,3% a un deprimente -1% en el segundo); Perú, cinco décimas menos (del 3,3% pasa al 2,8%); y Colombia, cuatro (del 3,4% al 3%). Argentina, sigue dependiendo de su negociación por la abultada deuda con el FMI y los tenedores de sus bonos. El virus puede mejorar o empeorar su posición dependiendo del grado de pánico de los acreedores. “Estamos ante su posible segunda década perdida para América Latina. El coronavirus llega en un muy mal momento, de muy bajo crecimiento”, dice apesadumbrada, Lourdes Casanova, directora del Instituto de Mercados Emergentes de la Universidad de Cornell.
EN EL ECUADOR
La propagación del coronavirus es una tragedia global. Pero, además, amenaza la ya débil y vulnerable situación económica del Ecuador.
En el país algunos sectores comienzan a resentirse. Los hoteles reportan un 50% de cancelación en sus reservas, el sector aéreo limitará su actividad, las ventas de florícolas cayeron 60% por las restricciones logísticas y baja en la demanda, camaroneros y bananeros tienen problemas logísticos para entregar sus productos, las actividades de entretenimiento están paralizadas.
Esto podría impactar en los indicadores de empleo que registraban deterioro incluso antes de la emergencia por el COVID-19. Ante ello, algunas medidas son urgentes. El país deberá buscar líneas de financiamiento con multilaterales para fortalecer las reservas dadas las condiciones restrictivas, debido al aumento del riesgo país. También es probable que se hagan necesarias operaciones de liquidez con el oro de las reservas en manos del Banco Central. Desde el mercado interno, el sector bancario es un actor clave. La Asociación de Bancos Privados señaló que inyectará USD 12 000 millones en el segundo semestre en créditos para todos los sectores. Un aspecto adicional que se debería analizar es un refinanciamiento de los préstamos de los sectores afectados por la crisis. Por ejemplo, en Italia se analiza otorgar meses de gracia para el pago de deudas hipotecarias. Además, extendió los plazos de pago de impuestos para las firmas áreas afectadas. Ecuador cuenta con un seguro de desempleo para afiliados del IESS, que podría mejorarse. El Seguro Social también podría pensar en otorgar facilidades de pago de los aportes de empleadores. El objetivo será ejecutar medidas para preservar la liquidez empresarial.